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 Junior B no detiene su crecimiento: abrió una nueva franquicia en Cosquín

La cadena de restaurantes de pizzas, Junior B, sigue consolidando a paso firme su crecimiento en el mercado gastronómico. Es que el 6 de junio pasado abrió una nueva franquicia en Cosquín. Con esta apertura ya suman 13 los locales de la cadena que están distribuidos en distintas zonas de Córdoba y de la provincia de Santa Fe.
 

El nuevo local está emplazado en una ubicación privilegiada (San Martín 624), en pleno entro y a sólo unos metros de la tradicional plaza Próspero Molina, donde cada año se reúnen miles de personas para ser parte de uno de los eventos más importantes del folclore nacional. De esta manera, la nueva franquicia tiene una presencia muy grande en la zona ya que desarrolla en una superficie de 300 metros cuadrados cubiertos y será una modalidad “full”: contará con sala de juego para niños, terraza, sector para fumadores y una galería cubierta con mesas.

La sucursal serrana de Junior B abrirá todos los días y su oferta será variada, ya que las instalaciones están preparadas para ofrecer desde cafetería, almuerzos, sus tradicionales pizzas y lomos, hasta el delivery.

Esta apertura se enmarca en un plan de expansión que Junior B tiene previsto para este año: es que proyectan abrir seis locales más de acá a febrero de 2013. Una de las principales aspiraciones de la empresa es poder hacer pie en capitales de otras provincias así como también consolidar su presencia en el interior cordobés.

Acerca de Junior B
Junior B es una empresa familiar que en el año 1999 abrió su primer local en la ciudad de Villa Carlos Paz. Hoy es una cadena gastronómica que ha sumado numerosos locales (dos locales propios y cuatro franquicias), nuevos servicios y propuestas novedosas para sus clientes. Actualmente, la cadena gastronómica cuenta con una plantel de 150 empleados distribuidos en todos los locales.

En Junior B se promueven relaciones fructíferas con los clientes, proveedores y la sociedad en general. Por esto se implementa una política de “Cultura de Calidad” que contempla la mejora continua de sus procesos y actuaciones, respetando al medio ambiente y a las personas. Particularmente, en congruencia con el rubro gastronomía, se efectúa una fuerte apuesta para cumplir y garantizar los más altos estándares bromatológicos de calidad.