lunes, 16 de julio de 2012

Nuestros clientes también son noticia: Junior b quiere terminar el año con 20 locales.

Federico Bertorelo“Queremos terminar el año con 20 locales de Junior B”

(Argentina).- Uno de los hermanos responsable de la cadena, que ya tiene tres locales propios y 10 franquicias, habla de la actualidad de la marca y sus planes de desarrollo que no ven con mucho entusiasmo el desembarco en capital: “Con la misma inversión, en el interior se puede trabajar mejor y más cómodo”, señala Bertorelo.
18/06/12
 -¿Cuántas franquicias tienen hoy?
Hoy en día contamos con trece sucursales. Tres son locales propios y diez son franquicias. cinco locales en Córdoba, uno en Marcos Juarez, Villa María, tres en Carlos Paz, uno en Cosquín, uno en Cañada de Gómez en Rosario.
-¿Cuál es el panorama para este año?
Estamos negociando con tres casi posibles franquiciados, pero bueno, esto hasta que no esté en los contratos...Ya hay uno confirmado que es en Funes, a 10 km de Rosario, está pegado. Y estamos con todo el armamento para comercializarla digamos, nuestro plan sería llegar a fin de año con entre 18 y 20 locales.
-¿En qué zonas?
Puntualmente en lo que es Córdoba Capital, alrededores, corredor de la Ruta 9, y llegando ya a Cañada de Gómez, Santa Fe, Rosario y lo que es Funes. En sí nuestra estrategia es el interior del país, arrancar por ahí.
-¿Qué pasa con el Ciudad de Buenos Aires?
Venimos a las expos de franquicias en Capital, pero no a venderla. Si aparece un interesado, la idea es otorgar una master franquicia o un plan a muy mediano plazo para buscar franquiciados estratégicos, directamente. Nosotros aportar con locales propios, para que la marca tenga sustento, que tenga fuerza.
-¿Cuáles serían las complejidades de esta zona?
Ninguna, en realidad, creo que es la incertidumbre de no conocerla, más que todo. Yo creo que el porteño en sí, es un perfil muy diferente al resto de todo el país, mucha competencia, demasiada competencia. Hay muchos nichos en el interior del país con los que, con la misma inversión inicial, se puede trabajar mejor, más cómodo. No sé si el recupero de capital es más rápido, pero creo que la seguridad del negocio es mejor. Acá hay que venir y nos metemos adentro de una jungla, llamémoslo así. En el interior del país, en ciudades chicas como Marcos Juarez, Villa María, Cañada de Gómez, que tenemos la particularidad de estar, que tienen entre treinta y ochenta mil habitantes, este concepto de negocio pasa a ser una novedad, y bueno, tenemos la particularidad de trabajar mucho, no falla.
 -¿Qué es lo que tiene que tener en cuenta un interesado en la franquicia de ustedes?
No es necesaria la experiencia en el rubro. Nuestro management está muy bien capacitado para trasladar todo el know how a una persona que puede venir de vender remeras. Sobre todo el management de nuestro negocio se basa en liderazgo, en buena comunicación, en trabajo en equipo… después lo demás, cómo sacar una pizza, cómo sacar un sándwich, eso se aprende. Lo que no se aprende es liderar un promedio de 15 personas, 20 personas por local.
Tenemos diversidad de productos: cafetería, menú ejecutivo, tarde, noche, salón de juegos para chicos, un concepto familiar.
-¿Tienen que tener algún tamaño en particular los locales?
Desde los 170 metros. Y la inversión parte desde los 2.500 pesos el metro cuadrado, según el estado del local.
-¿Cuánto dura el contrato de franquicia?
Cinco años.
-¿Y hay un tiempo de recupero estimado?
Sí, dentro de los 24 meses. En realidad ahora estamos analizando hacer un contrato por diez años, proponer cuestiones a largo plazo, y sumar a todos los franquiciados, obviamente. Tres años es mucho y es muy poco, dentro de tres años tenés que negociar de vuelta, y el franquiciado tiene que volver a poner plata de su bolsillo o de su capital de trabajo para reponer un fee de ingreso, un contrato o una alianza, nuevamente. Entonces creemos que nuestro negocio no pasa por eso, sino en cooperar.
-Contanos brevemente la historia de Junior B.
Junior B nace en el año 1999, de la mano de mi socio, Marcos Bertorelo y en su momento fue un emprendimiento para subsistir, de mi hermano, básicamente. Tuvimos la suerte de ya haber venido de una familia que se dedicaba al rubro gastronómico, entonces teníamos parte de la experiencia, sabíamos… conocemos el rubro. Con el tiempo, obviamente, fuimos mejorando, fue mutando nuestro negocio, de manera tal, para llegar a todo tipo de cliente, fue cambiando de acuerdo a la necesidad del cliente. Cuando empezó, Junior B era muy precario. Se sumó una sucursal, sin todavía una visión a largo plazo, ni de marca ni da nada, es más, teníamos tres sucursales y todavía no teníamos registro de marca, que creo que le pasa al 80% de todos los casos. Uno piensa que no es una inversión, es un intangible que no se ve, y en ese momento es más un costo que una inversión.
-¿Cuándo arrancó la franquicia?
Después de la tercer sucursal, ahí empezó a interesarnos el tema de las franquicias hace unos cinco años. Al principio fue todo una prueba, habíamos probado con un amigo, estuvimos un año y medio probando, aprendiendo, de los errores, de las cosas buenas, hasta que dijimos listo, largamos y asentamos bien las bases, ya con un plan de negocios a largo plazo, con un plan estratégico y demás que nos diera un soporte y un sustento de lo que vendíamos.
Fuente: Gastronomiconet.com (Exclusivo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario